STOMAKO

Aish ... la croqueta, la tapa reina de las "sobras". Rellenas del pollo a l'ast que nos sobró del domingo de resaca o con los restos cadavéricos de la pata de jamón de navidad. Esa croqueta casera, donde la bechamel aglutina los sabores y dota de consistencia a la masa. Esta vez nada de sobras, esta vez, fanses como somos de Els Fogons de la Bordeta, nos enamoramos de sus croquetas de sepia en su propia tinta. La combinación nos llevó directos a los sabores del arroz negro con alioli, una delicia.

1. En una sartén bien caliente con un chorro de aceite de oliva, marcamos la sepia a fuego medio. Cuando esté bien hecha, dejamos enfriar y trinchamos con la ayuda de un cuchillo bien afilado.
2. Ponemos la mantequilla en un cazo, cuando esta se derrita, sofreímos la cebolla picada bien fina.
3. Cuando la cebolla esté cocida añadimos la harina, sin que se queme, que se cocine unos minutos con la cebolla y la mantequilla.
4. La leche caliente, que tendremos en otro cazo a parte, la iremos añadiendo poco a poco y mezclando con varillas, vigilando que no queden grumos.
5. Cuando la bechamel empiece a despegarse de las paredes del cazo, apagamos el fuego y añadimos la sepia junto con la tinta.
6. Dejamos que la masa se enfrie, tapamos con papel film y dejamos que repose en la nevera unas horas.
7. Con la ayuda de una cuchara formamos las croquetas, las pasamos por harina, luego por huevo y finalmente por pan rallado.
8. Freímos en abundante aceite de oliva suave y acompañamos con una mayonesa suave de ajo.

• Si el color de la masa queda muy grisáceo, añadir bolsas de tinta, con un par bastará...